La vida es absurda, vivimos para morir. No hay escape alguno
que prevenga nuestro destino último, el fallecer. Podemos cometer actos
bondadosos. Podemos ser trabajadores toda nuestra vida. Podemos incluso
resolver todos los misterios de la vida, conseguir todo el conocimiento
existente sobre el universo y aun así no podríamos evitar nuestra muerte.
Sísifo fue condenado por los Dioses. Existen muchas
historias y leyendas explicando el porqué, pero todas arriban a un destino
único, su castigo. Rodar una inmensa roca por lo alto y ancho de una colina,
sólo para que al llegar a la cima, ésta caiga de nuevo a causa de su propio
peso hasta el comienzo.
Esto simboliza toda la lucha del ser humano perfectamente
incluso hasta hoy en día. Luchamos para salir de la escuela con buenas notas
para tener una mínima posibilidad de entrar a una buena universidad para tener
que volver a esforzarnos para tener una (ligera) probabilidad de conseguir un
buen trabajo para que con mucha suerte (y sudor y lágrimas) podamos ascender a
ese trabajo para conseguir dinero y que tal vez consigamos pareja (si es que
estamos lo suficientemente estables emocional y psicológicamente) para quizá
casarnos y si es que tenemos los genes correctos, criar a nuestros hijos para
retirarnos y finalmente morir.
Claro, existen variaciones a esta fórmula, pero ésta es la
vida en su más básica forma. El hombre
vive continuamente en lo absurdo porque tiene que ganar para perder, luchar
para ser derrotado. El hombre y lo absurdo coexisten en la confrontación de
este. Lo absurdo es que nunca se termina
esta batalla hasta el día que se muere y paradójicamente vivimos para
confrontar al absurdo de la vida. Intentamos librarnos, desatarnos de esta
prisión del constante “no” del rechazo. Sin embargo, nadie en realidad es
libre, ya que todos estamos atados a un mismo destino, la muerte.
El hombre vive para ese instante en el que llevamos la roca
hasta la cumbre, para ese instante antes de que la roca se nos venga encima.
Porque en ese momento, vencemos a los dioses del Olimpo, a nuestro destino.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_mito_de_S%C3%ADsifo
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