Por: Nélida Fernanda
En el mundo y su historia el
machismo ha estado siempre presente, este machismo ha ido generando estereotipos
de mujeres y que muchas veces, de una u otra forma, el papel de los hombres
imponga y/o establezca el papel que una mujer debe llevar acabo en la sociedad
y en su vida.
En Casa de Muñecas se encuentran
distintos tipos de personajes femeninos sin embargo yo me centrare en el papel
de Nora ya que sus actos, actitudes y forma de pensar estuvieron definidos la
mayor parte por lo que los hombres que la rodeaban le dictaran. Desde pequeña
quedó huérfana de madre así que fue su nana quien se dedicó a criarla y paso a
ser un objeto al cual consentir, mimar, jugar y presumir para su padre el cual
jamás necesito que opinara o pensara acerca de nada. Al casarse Nora encontró
fue para su esposo una vez más alguien con quien divertirse, para enseñarle
monadas, y para presentarla como una criatura encantadora.
Nora vivió toda su vida como una
mujer muñeca a tal grado que sus propios hijos se volvieron muñecos a los cuales
quería y con quien podía jugar. Nunca le fue pedido pensar, opinar, reflexionar
ni nada por el estilo. Estaba totalmente amaestrada hasta que la vida de uno de
sus seres amados peligró, entonces tuvo
una revelación en contra de lo que se le había impartido para salvar la vida de
su esposo, poniendo en riesgo la imagen pública de éste si alguien alguna vez
se enteraba.
Lo que cambió totalmente la cómoda
realidad de Nora fue un estado de tensión provocado por las amenazas de
Krogstad y la espera de un milagro que ella sabía en el fondo que no ocurriría. En el momento en el que Torvaldo no es capaz
de ponerla a ella antes que a su orgullo toda la verdad de su propia existencia
estalla ante ella descubriendo que él nunca la amó y ella nunca lo amó
realmente.
Es un hombre quien volvió a Nora
muñeca y fueron 2 hombres quienes la presionaron a tal punto que ella descubrió
su situación de juguete y decidió convertirse en una mujer abandonado así su
casa de muñecas liberándose a sí misma, a Torvaldo, a sus hijos y los que la
rodeaban de esa realidad imaginaria la cual ya no estaba dispuesta a tolerar
realizando así “El mayor de los milagros”
(Ibsen, 2001, p.183)
Henrik Johan Ibsen (1828 - 1906) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario