miércoles, 18 de septiembre de 2013

"Bola de Sebo" de Guy de Maupassant: La Memoria de la Sociedad

Por: Nélida Fernanda Campos Galarza




A través de la historia universal han ocurrido muchos acontecimientos que han ido definiendo al mundo y a la sociedad actual.  Marco Tulio Cicerón dijo “Quien olvida su historia está condenado a repetirla"  sin embargo gran parte de la sociedad se ha acostumbrado a olvidar o ignorar no únicamente la historia de su pueblo, sino también la propia. Esto ha provocado que la gente se vuelva insensible y egoísta ante los acontecimientos que les hayan ocurrido y esté pendiente únicamente de lo que ocurre en su realidad inmediata sin molestarse en intentar comprender alguna que no afecte de forma directa la propia. En Bola de Sebo esta insensibilidad y egoísmo por parte de los diferentes estereotipos de la sociedad están muy marcados de una forma que hasta es cruel. 
Bola de Sebo es una moza hermosa, voluptuosa y bondadosa de carácter fuerte y resuelto. En un principio ella fue rechazada por las personas que la acompañaban en el carro, que la veían con descaro, celos y deseo cada quien ocupado en sus asuntos hasta que su confort se vio amenazado por el hambre, la desesperación y el miedo. Entonces la visión y el trato a Bola de Sebo cambiaron por completo al descubrir que ésta llevaba consigo una cesta llena de comida y provisiones. Al ver ella la situación en la que se encontraban sus compañeros decidió compartir su comida hasta que se acabó toda, después de esto los acompañantes la empezaron a apreciar y le tomaron “cariño” al punto de sentirse admirados por su valentía en contra de los prusianos después de que estos habían atacado a su país.
El cariño y respeto que habían desarrollado no tardó en disiparse en el momento en que se vieron atrapados en el pueblo a causa de que Bolsa de Sebo se negara a acostarse con un oficial prusiano, entonces todos empezaron a confabular en contra de ella para logra que aceptara el acostarse con el oficial prusiano y así poder continuar con su camino, de esta forma la verdadera naturaleza e intenciones empezaron a revelarse planeando cualquier clase de jugarreta para que Bola de Sebo callera y aceptara el sacrificarse por todos. Esta verdadera naturaleza egoísta, cruel, insensible y sin memoria queda totalmente al descubierto la mañana siguiente a cuando Bola de Sebo decidió entregarse al oficial y todos sus “amigos” por los cuales entregó tanto la abandonaron totalmente tachándola de prostituta sin patria, nadie le digno si quiera a dirigirle la mirada o responderle un saldo de forma cortes olvidando por completo los acto que ellos la llevaron a cometer mediante chantajes.

De regreso al viaje el hambre volvió a aparecer como al principio, esta vez todos traían provisiones menos Bola de Sebo quien irónicamente se quedó sin comer.



Guy de Maupassant (1850 - 1893)

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