martes, 3 de diciembre de 2013

“El Principito” Antoine de Saint Exupéry: Visión del mundo como se quiere ver

Laura Isabel Romero Yáñez
El Principito
Desde el comienzo del libro la capacidad de interpretar del lector se pone a prueba, y el narrador sirve de guía para explicar el camino que busca que éste siga, la comparación con la visión del niño es esencialmente el afrontar lo que la presión y monotonía que impone la “sociedad” al hombre, el piloto es el ejemplo de tal expresión, que es un adulto desesperadamente buscando ser niño y que empieza a acercarse a esto gracias al principito.
Los mundos por los que el principito pasa están regidos por la descripción que él da de sus habitantes y características, ambas son relevantes puesto que le dará el color al mundo, algo en común es este egocentrismo y superioridad que presentan cada uno en cada planeta, por supuesto siendo ellos adultos y no niños como el principito.
La obra hace un especial énfasis en las ilustraciones que para la mayoría de sus lectores requieren una explicación que el propio Saint Exupéry propone, enseguida están los personajes que describen actitudes, estados y situaciones que el humano esta relacionadas con, desde la rosa y los volcanes hasta el piloto y el principito, ésta obra está repleta de realidades a interpretar que posteriormente se explican en la manera más simple de entender posible. La búsqueda de ese “niño interno” es inagotable para Antoine que centra su historia en la capacidad ilimitada de los infantes a ver e interpretar, que el adulto simplemente deja atrás para enfocar su atención en necesidades hasta cierto punto ficticias que surgen como prioridad.

Es importante observar la interacción del principito con cada uno puesto que es él quien contextualiza las situaciones más cotidianas en las que se desenvuelve el hombre. La visión que genera el principito en cada planeta es un tipo de avance al afrontar cada novedad.
Antoine de Saint Exupéry

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