La obra de Una Temporada en el Infierno por Arthur Rimbaud,
representa un nuevo giro (o mejor dicho, se alcanza el extremo) en la corriente literaria del simbolismo, ya
que se pierde el interés por la
estructura de las obras poéticas mientras que se concentra más en el contenido.
Esto puede conllevar a una cierta dificultad de expresión. Esto se representa
especialmente en el capítulo: Alquimia del verbo.
Aquí, la voz lírica de Rimbaud afirma que las pinturas, la antigua literatura, los
cuentos de hadas, novelas y otras expresiones artísticas no le satisfacen, ya
que los considera “viejas”, “estúpidas” y “bobas”:
-“Me
gustaban las pinturas idiotas, dinteles historiados, decoraciones, telas de
saltimbanquis, carteles, estampas populares; la literatura anticuada, latín de
iglesia, libros eróticos sin ortografía, novelas de nuestras abuelas, cuentos
de hadas, libritos para niños, óperas viejas, canciones bobas, ritmos ingenuos.” (Una
Temporada en el Infierno de Arthur Rimbaud, 1873 – Pág. 42)
-“Acabé por encontrar sagrado el
desorden de mi espíritu. Permanecía ocioso, presa de una pesada fiebre: envidiaba
la felicidad de los animales; las orugas, que representan la inocencia de los
limbos; los topos, el sueño de la virginidad..” (Pág. 44)
Este
fragmento puede ser interpretado como una conformación por la derrota del
entusiasmo y el espíritu. El “encontrar
sagrado el desorden de mi espíritu” es de cierta manera un ritual de
depreciación de la vida, ¿pues qué es lo sagrado, más que una rutina de
carácter religioso? Inclusive se puede considerar como una forma de la
cosmovisión que adapta la voz lírica del desgraciado poeta que se encuentra en
el infierno.
En mi
opinión, Rimbaud, más que explorar el infierno de cada uno de los personajes de
su obra, incluyendo al poeta, estaba explorándose a sí mismo, ya que por 1870 y
1875 pasó por varios eventos que lo marcaron de por vida (por tan corta que
fuera).
Ricardo A. Arias
Me salvastes!! Gran analisis
ResponderEliminar