Por: Miranda Rodríguez Díaz de León
“Margarita está linda
la mar, y el viento,
lleva esencia sutil
de azahar; yo siento
en el alma una
alondra cantar; tu acento:
Margarita, te voy a
contar un cuento”:
A cualquier persona le pasa que al leer esta bella poesía
se transporta a la infancia, esos bellos recuerdos cuando tu madre o tu padre
te leían pequeños cuentos, sobre fantasía, como princesas, hadas, duendes, etc.
A lo que me refiero o
de lo que quiero hablar aquí en esta
poesía es sobre la enseñanza que nos dejan nuestros padres desde chicos, ellos
siempre nos trataban de leer este tipo de cuentos para distinguir entre el bien
y el mal. Y es por eso que aquí en esta poesía nos da a entender eso con
Margarita que el narrador le esta leyendo un cuento comparándola con una
princesa.
“Las princesas
primorosas
se parecen mucho a
ti:
cortan lirios, cortan
rosas,
cortan astros. Son
así”.
Lo que me refiero en
la parte del poema anterior quiero decir que las princesas a cada rato buscan
cortar cosas no se conforman nunca con lo que tienen y hay varios ejemplos de
las princesas en uno de los cuentos de los Hermanos Grimm, varias de las
princesas desobedecían a sus padres para poder cumplir lo que querían y siempre
tenían consecuencia al desobedecer. También puedes notar que todas las
princesas están en busca de su verdadero amor y que siempre termina con un gran
beso de amor o el príncipe salvándola del mal por causa de su desobediencia,
aquí yo siento que es lo que el narrador que no esta describiendo que buscan
siempre lo imposible y a veces te tiene que quedar claro que estés siempre con
los pies en la tierra que no siempre se puede logar todo lo que queremos o no
se puede soñar tanto, porque como consecuencia puede acabar peor las cosas y
con eso puedes sufrir mucho.
“Una tarde, la
princesa
vio una estrella
aparecer;
la princesa era
traviesa
y la quiso ir a
coger.
La quería para
hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una
perla
y una pluma y una
flor”.
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