"MARGARITA ESTA LINDA LA MAR" de Rubén Darío: EL CUENTO COMO MORALIZADOR

"Margarita, está linda la mar”, es un poema por Rubén Darío escrita el 4 de julio de 1900. Este es un poema sobre un personaje que le cuenta a una niña, Margarita un cuento. Esta historia entrelazada en el poema cuenta la historia de una princesa que desea conseguir una estrella. Para hacerlo, se escapa del castillo, sin permiso del rey. Al conseguirla, su padre la descubre y por ello la regaña, afirmando que va hacer enfadar al “Señor”.  El “buen Jesús” entonces aparece, concediéndole la posesión de la estrella a la niña.

El cuento dentro de este poema tiene un carácter moralizador, ya que los personajes presentan situaciones que se desenlazan en un nexo y se llega a una conclusión.  La princesa, que es el personaje principal de la obra, toma la acción de desobedecer su padre, el rey, para alcanzar un objetivo, en este caso la estrella, generando una satisfacción personal propia. Al no obedecer a su padre, implica que las metas personales, sin tener en cuenta los factores externos como las leyes, personas secundarias en dicha situación y en general, el contexto en el que se está basado; es una acción egoísta.

El mensaje que se transmite a través de la historia se dirige a Margarita. Su rol en sí dentro de la historia es casi nula. Podría decirse que es la musa de inspiración detrás del cuento. Como la composición va dirigida hacia ella, la historia es simplificada en una forma fantasiosa e imaginativa. Ya que éste es un cuento de función moralizante hacia ella, el universo en el que se desarrolla contiene elementos de aspecto mágico, por ejemplo: la estrella.

Desde mi interpretación, la estrella es un elemento que simboliza  el alejamiento de la princesa de la realidad, tomándolo como un escape. Cuando el rey ve que logró conseguir la estrella (que de hecho, robó)  se preocupa de que su hija no vea la realidad como es y que use éste escape de la realidad como herramienta frecuente y que no encuentre su camino de regreso al “mundo real”  pero cuando aparece “el buen Jesús”, éste le dice que las estrellas son para “niñas que sueñan en mi”; significando que está bien escapar del mundo, en el mundo de los sueños.

Ricardo A. Arias