martes, 29 de octubre de 2013

"Las flores del mal" Charles Baudelaire: Lo cotidiano: La melancolía

Laura Isabel Romero Yáñez


Charles Pierre Baudelaire (8 Abril 1821 – 31 Agosto 1867)
El hombre día a día se afronta a su realidad y en tiempos como el actual dónde el propósito de vida es vago y hasta desconocido se ve la desconsolación, la violencia y la melancolía, sin embargo no es propio decir que esto es sólo actual desde tiempos anteriores se percibían, Baudelaire captura esencias humanas de éste tipo que son simplemente el peso  con el que carga cada hombre pero así es también la belleza y complejidad del humano.
La bilis negra es un estado extremo dónde quien la padece ya no tiene satisfacciones por conflictos físicos o morales, en las flores del mal ampliamente vemos confrontaciones con los conflictos del hombre consigo mismo y su sociedad en la que todo el camino que se recorre lleva a diferentes canales en los que el humano hace gala de sus virtudes y de sus vicios. Los vicios nos acercan a otros por el reconocimiento de actitudes hacia la vida y formas de comunicarse, las virtudes de la misma manera funcionan pero amplificando el vigor por la vida y lo positivo hacia ésta y el ser mismo.
Una persona melancólica no ve más allá de lo que tiene delante o aún peor de lo ha sucedido previamente, el autor en algunos de sus poemas hace énfasis en ésta y en otros sólo se percibe como una consecuencia de excesos y vicios.
Las flores del mal dan determinan la vida de una forma bastante pesimista. Dentro de la selección de poemas de Baudelaire del libro las flores del mal, se encuentra un apartado de 9 poemas igualmente llamados las flores del mal, dentro de éste apartado se ve un aspecto totalmente destructivo, opresivo poco autónomo y la abierta debilidad del hombre ante su destino, en aspectos internos, del amor, físicos y hasta sociales.
“y lanza a mis ojos, llenos de confusión,
sucias vestiduras, heridas abiertas,
¡y el aderezo sangriento de la destrucción!” (Verso 4, La Destrucción).
En el poema la destrucción abiertamente habla de la desolación y vulnerabilidad del hombre ante su base primitivo, él atribuye en gran parte a conceptos religiosos que igual se pueden abordar sin ésta puesto que sólo se refieren ampliamente a perdiciones humanas que perduran y en las que el hombre se ve envuelto y si no se tiene la fortaleza de seguir adelante simplemente se abandonaría todo y se sumiría en una profunda Melancolía que lo llevaría a una vida sin propósito, con miedo, desamparo  y descontrol.




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