Laura Isabel Romero Yáñez
Algernon Moncrieff en un principio hace un referencia peculiar de llevar dos identidades una de ellas simplemente para proteger su nombre y divertirse libremente, su personaje resulta ser desapegado a las restricciones y modalidades socialmente aceptadas y aplicadas, sus opiniones son liberadas y totalmente se opone a un obstáculo que implique grandes compromisos por lo mismo inventa a Bunbury que es el nombre que él usa en sus aventuras donde su verdadero nombre es un ligero impedimento. La identidad de Algernon no sólo son sus experiencias y sus cualidades sino el nombre con las que las adquiere o divulga puesto que la imagen externa modifica en gran forma el impacto del nombre.
Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde (16 Octubre 1854 – 30
Noviembre 1900)
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Una muestra de la importancia del
nombre y el título de la obra se presenta con Gundelina Fairfax y Cecilia
Cardew que abiertamente expresan su deseo y atracción por Ernesto, un nombre
que define al hombre “dueño” del nombre. Los enredos que provocan Algernon y
Juan(Jack) por complacer a sus amadas es intrigante al verse confrontadas los
falsos nombres de ambos, que en realidad no modifican su identidad y forma de
ser, que para Cecilia y Gundelinda son
totalmente diferentes seres por no llamarse o llamarse Ernesto.
La importancia en la identidad de
un nombre que le asignan las damas y ellos, llega a ser absurda pero
impenetrable, de una identidad falsa esta historia avanza hacia una verdad sobre
la identidad de Juan (Jack), es totalmente impresionante puesto que al final se
observa un verdadero cambio e influencia respecto a Juan que descubre la verdad
de su pasado y totalmente se encuentra afrontando una verdad que previamente
era mentira, él jugó con su identidad para lograr la atención y aprobación de
Gundelinda e irónicamente tras ser descubierto es posible afrontar mediante la
realidad de su pasado el mejor desenlace posible para su relación.
Es una narración ambiciosa llena
de explicitas diversiones del hombre y su juego de personajes ante diferentes
personas, es indiscutible que las mujeres de la historia dan un peso enorme a
la identidad y veracidad de lo que cuentan y son los caballeros que termina
siendo múltiples enredos en los que Algernon y Juan ocasionan al ser
Ernesto y buscar ambiciosamente a las
mujeres que los rechazan por razones simples como la importancia de llamarse y ser Ernesto.
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