martes, 29 de octubre de 2013

"A Margarita Debayle" Rubén Darío: La inmensidad

Laura Isabel Romero Yáñez


“Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.” (Verso 5)
 


La inmensidad es un tema que aborda Darío como atributo del cielo,  Margarita no actúa en el cuento sino simplemente es a la que la voz lírica escribe el corto cuento, aterrizar lo inmenso no es posible, es un atributo no perteneciente al humano y su vida, tampoco es propio para lo terrenal, sin embargo no es complicado plasmarlo a la vida cotidiana que da una amplia de posibilidades, la princesa del cuento es caprichosa pero no tiene certidumbre del camino por el que va para conseguir la estrella sin embargo su objetivo es muy claro, la inmensidad vista en el horizonte donde se pierden el mar y el cielo son importantes ya que ella fácilmente rompe la barrera de esta cualidad, hace posible su sueño simplemente con sus fuerzas.

Félix Rubén García Sarmiento (18 Enero 1867 – 6 Febrero 1916)

La voz lírica compara a Margarita con las princesas primorosas que sin más, siguen y realizan sus caprichos, su vida cotidiana se rige por deseos y facilidad al actuar y conseguir lo que buscan. Es amplio el concepto de inmensidad pero su importancia radica en el rompimiento de lo inalcanzable que es, gracias a la princesa y a Jesús que le permite el alcance a éste astro que es no más que un regalo por sus acciones que de alguna manera se denota que es un premio por algo atribuido a lo bueno, el rey toma una postura madura y adulta hacia lo inmenso, él aclara que eso no debería estar a su alcance ni disposición y la reprende ante  sus acciones en las que por voluntad propia se arriesga a llegar y lograr lo improbable y según el rey hurta en territorios que no le son propios.
El personaje Jesús aclara de una manera muy concreta que sin él decidir premiarla ella, probablemente no alcanzaría ni habría avistado tal astro, que era un presente por su conducta buena y positiva a los ojos de él. El atributo divino o religioso no son claros y al no ser establecidos como verdad, simplemente se puede especular por lo que no es propio abordarlo como hecho.
Al que se le denomina como Señor se le puede asignar este atributo de lo inmenso puesto que se menciona que son sus dominios, y al ser esto inmensos igual lo es él.



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