miércoles, 18 de septiembre de 2013

Por: Miranda Rodríguez Díaz de León


Nora es la protagonista de la obra. Está casada con Helmer Torvaldo, abogado y próximamente director de un banco. Llevan ocho años de matrimonio, y concibieron tres hijos. La descripción hacia este personaje describe lo controlador que puede ser el hombre hacia la mujer, de acuerdo con la obra, Nora era simplemente tratada como muñequita por él, También es llamada muchas veces por su marido con diminutivos de animales, de forma cariñosa, pero que en realidad refleja la inmadurez y poca seriedad del matrimonio de ellos dos. “Helmer, ¿Es mi ardillita esa que hace ruido?” (p.9).

Durante una parte de la obra que es el baile Nora debe usar un disfraz de Marinera Napolitana, y siempre es guiada por su marido. Esto quiere demostrar la obra que el hombre siempre va a querer ser superior a la mujer, que en este caso lo hace Torvaldo todo el tiempo. Helmer, con menor importancia, es utilizado como muro o transposición antes su mujer. 

Nora lo adora aunque sus inquietudes chocan constantemente contra él. Helmer representa la moralidad establecida con una flexibilidad mínima, e importándole mucho el qué dirán según su extraño concepto de honor. Otra parte que realmente impacta al lector y hace destacar el autor, es la parte cuando descubre el engaño de su mujer, refiriéndose a lo que hizo por él cuando Torvaldo cayó muy enfermo y ella trato de buscar una salida, buscando un préstamo, él se enfada y obtiene una reacción muy brusca y fea de su parte. 

“Helmer. ¡Oh, qué terrible despertar! Durante ocho años ella fue mi alegría y mi orgullo; ¡una hipócrita, una embustera!..., peor que eso, ¡una criminal! ¡Ah, que abismo de fealdad hay en todo eso!... ¡qué asco!(Nora, muda, continúa mirándolo co fijeza. Finalmente é se para delante de ella.) Debí presentir que llegaría a pasar algo por estilo. Debí preverlo. Con la ligereza de los principios de tu padre…, y habiendo heredado esos principios tú… Sí, bien castigado estoy por haber tendido un velo sobre su conducta. Fue por ti por quien lo hice. ¡Y así como me pagas!” (p.166) 

Por tanto Nora logró darse cuenta que él no la quería, simplemente todo se lo tomaba él como un juego. En conclusión podemos decir que Helmer Torvaldo, es la descripción clara del machismo del hombre y lo controlador que uno puede ser, esos ocho años que estuvieron juntos tofo fue un fingimiento mutuo.





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