En el libro Bola de
Sebo de Guy de Maupassant (1998), las monjas son actores que simbolizan la parte
religiosa de una Francia agredida en la guerra con los prusianos. En un inicio
las religiosas se desenvuelven estereotípicamente
en el papel de devotas enfocadas en las
plegarias que recitan y los rezos que oran, el autor las describe físicamente
de manera en que enfatiza la rectitud y la orientación de su vida.
Henri-René-Albert Guy de Maupassant (05.08.1850 – 06.07.1893)
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A pesar de aparentar
ser personajes pasivos, ellas demuestran ser la primordial fuente de influencia
ante la decisión de Bola de Sebo, coaccionándola
y persuadiéndola prometiendo un desenlace positivo en la vida moral y
religiosa. En sí, la monja de mayor edad expone la vileza que puede tener las
promesas y palabras religiosas y morales en las decisiones de las personas
devotas a una religión. Al final la imagen de bondad y fervor con la que
empezaron fue lentamente aterrizada a la verdadera naturaleza del humano, que independientemente
del oficio o estatus social, termina siendo enfocada al beneficio propio de la
manera que sea necesaria mientras el resultado fuera positivo.
Ante el problema de
la interrupción del trayecto a El Havre, ellas pacientemente esperan hasta que
el momento sea oportuno para intervenir, en ningún momento demuestran empatía
por la situación del grupo ni por la problemática que envuelve a Bola de Sebo, esto se hace perceptible
en cuanto deciden optar por orar en lugar de actuar y al aliarse, sin
misericordia, a la conducta despreciativa dirigida a Bola de Sebo después de encaminarla al vergonzoso y denigrante acto.
Ya que la orden a la que pertenecen no es aclarada las suposiciones respecto al
poder adquisitivo no pueden ser realmente comprobadas, sin embargo eso no modifica
el acto de optar por el apoyo a las parejas burguesas y comerciantes que de
cierta manera buscan el bien común, el de la mayoría, considerando la acción de
Bola de Sebo un sacrificio mínimo en
comparación con sus ambiciones.
Algo que se puede
remarcar de la conducta que presentan es que de cierta manera se mantienen más
íntegras a su postura puesto no entablan la relación amistosa, y sólo aceptan amablemente
las oportunidades que se presentan ante ellas.
Laura Isabel Romero Yáñez
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