martes, 29 de octubre de 2013

"LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO"/Oscar Wilde/La honestidad


La importancia de llamarse Ernesto

En este análisis, no hablaré sobre la dependencia como concepto ni ningún enlace con esta, me enfocaré en el concepto de la honestidad como valor y como significado en esta obra.

¿Por qué elegí la honestidad? Bueno, eso lo responderé diciendo que en realidad es un valor que se relaciona completamente con la obra, incluso me atrevería a decir que gracias a la falta de honestidad se crea la historia.

Como sabemos, esta obra trata sobre como un par de caballeros viven una vida doble, en la cual los dos se llaman a sí mismos  “Ernesto” como nombre sustituto o falso para poder lograr ciertas implicaciones sociales y no dar su verdadera identidad.

Por consecuencia, tarde que temprano la madre de la prometida de uno de estos “caballeros” se da cuenta que les están tomando el pelo y por tanto no deja a su hija casarse con el tal Ernesto, muchos problemas surgen pero sorprendentemente al final se resuelven y resulta que uno de ellos sí se llama Ernesto.

Algo que me llamó mucho la atención de la obra no fue como está escrita, sino como un autor como Oscar Wilde, quien en la experiencia de los otros autores de la época que eh leído es que en sus historias hay nudos muy elaborados y complicados, pero la historia se las arregla para tener lo que yo considero un final feliz en la conclusión de sus obras.

Otro aspecto importante que cabe mencionar sobre esta obra y el  concepto de honestidad es que la palabra en sí, se parece fonéticamente a la palabra Ernesto, ya que honesto > Ernesto, eh incluso en el idioma original de la obra que es inglés se parecen: Honest >Ernest, yo creo que esta si puede ser una de las razones de la elección de Oscar Wilde por el nombre Ernesto, no creo que sea casualidad ni lo haya elegido por algún azar o porque le gustara el nombre.

Finalmente para concluir quisiera decir que esta fue la primer obra que leí en el periodo y fue de las 6 la que definitivamente más me gustó, se me hizo muy fácil de leer y hasta me quede “picado” leyéndola.
Eric Meade Aranda
 

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