martes, 3 de diciembre de 2013

"Siddaharta" Hermann Hesse: el origen

Siddhartha fue la obra de este parcial que más disfrute leer, y definitivamente la que más experimente de todas, a pesar de que la mayoría me gustaron, en este análisis hablare sobre la búsqueda de lo divino sin hablar de una religión en específico.

Siddhartha es un joven que está destinado a ser un brahmán, que es un puesto religioso muy importante para la religión hindú y también digna del respeto de todos.

Siddhartha tenía una mente en la que abstraía de una manera en la que las demás personas se interesaban en él, era una persona correcta y digna de imitar y admirarlo, pero eso sí, tenía una gran hambre de conocimiento, cosa que lo llevo a tener muchos conflictos.

Siddhartha en el fondo de sus preguntas se cuestionaba su ser y sus orígenes, algo que ha intrigado a el ser humano desde tiempos remotos, siempre hemos buscado el que y el porqué de nuestro origen, desde los antiguos hebreos hasta los científicos modernos, un enigma que no hemos podido respondernos con total certeza incluso con la tecnología de hoy en día.

Al ser sida harta un ser con tendencias de cuestionamiento, se mete cada vez más y más profundo en estas que llega un punto al que se le considera como un hueco de conocimiento, algo en lo que ya no se conoce y no hay de donde aferrarse a este, por lo tanto quedando divagando entre la duda y la razón creando así un vacío enorme a Siddhartha.

Creo que cuando uno se empieza a cuestionar estas cosas tarde que temprano llega a este punto, y de ahí es como los genios y los locos se forman, la diferencia está en que los genios saben cómo manejarlo y los locos no, pero hasta cierto grado cada uno tiene parte del otro, ya que no existiría uno ni el otro si no habría con que compararlo.


La manera en la que Hermann Hesse describe la personalidad de Siddhartha y como funciona su mente me dejo completamente impactado, jamás me había relacionada tanto con un personaje dentro de una obra literaria ni creo que de la vida real misma, habían momentos incluso en los que me llegue a marear.

Hermann Hesse 1927 Photo Gret Widmann.jpg

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